Elaboración
- 1En una olla grande se disuelve el azúcar en el agua y se trabaja a fuego suave removiendo, procurando que el azúcar quede perfectamente disuelto en el agua ya que en otro caso puede llegar a cristalizar. Se debe hacer un almibar de punto de bola, es decir que llegue a una temperatura de 110º. Se puede comprobar metiendo los dedos alternativamente en agua fría y en el almibar, rápidamente con cuidado de no quemarse. El almíbar se pega a los dedos y se puede hacer una bola blanda.
- 2Echar los frutos secos y remover con una espátula de madera o silicona, hasta que se evapore el agua, quedan los frutos empanizados con el azucar, es decir rebozados en el azucar que todavía no ha caramelizado. Inmediatamente retirar de fuego y volcar en una bandeja grande. Se dejan 5 minutos reposar.
- 3Calentar la olla grande de nuevo (sin nada dentro), y cuando esté bien caliente, echar los frutos otra vez, a fuego medio, y remover sin parar hasta que se caramelizen, con cuídado que no se quemen. Cuando estén caramelizados se apartan del fuego.
- 4Fuero del fuego se echar la sal ahumada y se remueve el conjunto. Se echan en una bandeja grande y se separan para que no se toquen entre ellos.
- 5Conservar en recipiente hermético bien cerrado.