«¡Estos tomates no saben a nada!», «¡Es que las verduras ya no tienen el mismo sabor de antes!»… ¿Cuántas veces has tenido esta sensación, que además te recuerda inevitablemente a lo que decía tu abuela?
Muchas veces escogemos lo que comemos por su aspecto. Elegimos lo que nos parece atractivo y apetitoso a la vista y sin embargo, cuando nos disponemos a disfrutarlo, nos quedamos decepcionados porque el sabor que tiene no es lo que esperábamos.
Ante esto, han surgido cada vez más propuestas de cultivo ecológico que tienen por objetivo obtener productos de calidad y de sabor intenso y que además se rigen por lo que se conoce como filosofía slow.
Entre ellas se encuentra El huerto de Tía Lou, una iniciativa que comenzó exclusivamente cultivando tomates y que progresivamente ha ido ampliando, tanto la cantidad de especies de tomate que cultivan, como el tipo de hortalizas, hasta llegar a su oferta actual: más de 150 variedades de tomates, alrededor de 40 de pimientos dulces y picantes, berenjenas, calabazas y diferentes cultivos de temporada.
Y, tal y como ellos mismos explican en su web, «hemos querido compartir nuestra pequeña cosecha con aquellos amantes disfrutones de la huerta de siempre y de las cosas hechas con cariño y a fuego lento». Así, desde su web, ofrecen la posibilidad de poder adquirir todos estos productos, que llegan «directamente del huerto a casa».
A nosotros, que somos amantes de la gastronomía de calidad y entendemos la importancia de una buena materia prima para elaborar platos que se distingan, entre otras cosas, por su sabor; nos encanta que cada vez existan más opciones que hagan esta calidad accesible a todo el mundo.